Si tienes pensado viajar en autocaravana o camper en época de nieves, es importante tener en cuenta que las carreteras heladas y los arcenes cubiertos de nieve añaden un nivel mayor de peligro a la conducción de cualquier vehículo, y más aún si el vehículo a conducir es una autocaravana.
Ahora bien, viajar con nieve también puede ser maravilloso si sigues alguno de los consejos que te damos. Entonces, antes de partir hacia la tundra helada, esto es lo que necesita saber:
1. Tu autocaravana se conduce de manera diferente al coche.
Este punto puede ser obvio. Pero si eres un experto en conducir bajo la lluvia, el aguanieve, las heladas o la nieve, ser arrogante puede ser peligroso. Conducir una autocaravana es totalmente diferente.
Primero de todo cerciórate del tipo de tracción de tu autocaravana, ya que algunas de ellas utilizan tracción trasera, a diferencia de la tracción delantera común en la mayoría de los vehículos de pasajeros más pequeños, lo que significa que muchas de las tácticas que usarías para desviar una situación resbaladiza en tu automóvil no funcionarán de la misma manera en tu autocaravana.
Aunque el peso puede hacer que te sientas como si estuvieras firme en el suelo, no te fíes de tus instintos, y conduce con precaución.
¿Entonces que puedes hacer? Ve despacio, procura frenar con el propio motor del vehículo y si utilizas el freno hacerlo muy suave, y deja mucho espacio entre tu vehículo y el automóvil que va delante.
Además, verifica el manual de cualquier freno automático o controlador de freno que puedas tener en tu vehículo, para asegurarte de que esté diseñado para funcionar en condiciones de nieve.
2. Revisa tus neumáticos.
Las autocaravanas vienen equipadas con neumáticos mixtos, ideales para conducir en situaciones normales y son silenciosos, pero carecen del poder de agarre en nieve. Es por ello que recomendamos equipar a tu vehículo con neumáticos especiales para nieve.
También aconsejamos llevar un juego de cadenas en caso de que las condiciones se pongan más difíciles. De hecho, en algunas zonas se requiere circular con cadenas. Asegúrate de conocer la normativa de la zona a visitar antes de salir a la carretera.
3. Utiliza las luces cortas.
¿Alguna vez has caminado por un paisaje nevado sin gafas de sol? Estamos seguros que no cometerás ese error dos veces.
4. Las tuberías de tu autocaravana o camper también se pueden congelar.
Toma precauciones para acondicionar tu autocaravana para el invierno. Al igual que haces para tu vivienda, tu autocaravana también necesitará prepararse para el invierno, de lo contrario, es posible que puedas enfrentarte a una reparación, pero sobre todo al gran inconveniente de encontrarte con las tuberías congeladas a mitad del viaje.
Aunque los vehículos recreativos ya tienen sistemas de conductos de agua con calefacción, no viene mal conocer que hacer con aquellos que están en el exterior de nuestro habitáculo. Si no estás seguro, consulta con tu especialista en autocaravanas para ver qué pasos debes seguir.
Si vas a salir de tu vehículo bien a esquiar o dar un paseo te recomendamos que dejes el sistema de agua caliente al mínimo evitando que se congelen las tuberías del interior.
Por el contrario para las tuberías que se encuentran en el exterior del habitáculo te recomendamos envolverlas con cinta térmica, también puedes encontrar anticongelante específico para vehículos recreativos para sistemas de aguas grises. ¡Asegúrate de no utilizar el de automóvil normal!
5. Revisa tus baterías.
En invierno las placas solares no recogen la misma cantidad de energía que durante los meses de sol, es por ello que las baterías no se cargan igual, y no querrás quedarte tirado o sin poder encender la calefacción.
Asegúrate de que todas tus baterías, tanto las del habitáculo como del coche, estén bien cargadas y en buenas condiciones de funcionamiento antes de partir. Y por si acaso, asegúrate de estar bien abastecido de propano también.
Recuerda, no utilizar mucha energía durante el día para no gastar las baterías y por la noche poder encender la calefacción.
6. Prepárate.
Asegúrate de tener mucha agua embotellada, comida extra y mucha ropa. Es mejor prevenir que lamentar, no vaya a ser que te despiertes y te encuentres atascado.
Psst: ¡No olvides tu raspador de hielo para parabrisas!
7. No tengas miedo de cambiar de planes.
Si te sientes inseguro/a, detente.
Sabemos que cambiar de planes a última hora es un fastidio, pero es mucho mejor que salirse de la carretera y caer en una zanja helada, o algo peor.
Aprovecha la oportunidad de cargar combustible y tal vez incluso de explorar una ciudad que originalmente no tenias en mente. Tu destino final seguirá estando allí cuando mejore el tiempo.
¡Viaja seguro y disfruta!